Bien se dice que la naturaleza es sabia, y los rosales aunque su motivo de ser parezca consistir en proporcionarle meramente color a los viñedos para hacerlos más estéticos y atractivos, el motivo principal es otro muy distinto, puesto que, los rosales, alertan a los viticultores de la presencia de posibles plagas en sus viñas.
Tanto los rosales como los viñas son susceptibles de ser atacadas por las mismas enfermedades causadas por hongos, pero las rosas tienen la particularidad de que muestran tempranamente los síntomas de las enfermedades que puede sufrir la vid, mediante la presencia de manchas en sus hojas que dan la voz de alerta al viticultor.
De éste modo, plantando rosales al lado de los viñedos y, estando atentos a las señales que emiten los mismos, los viticultores pueden anticiparse a una enfermedad que más tarde pueda acabar atacando a la vid, y que podría resultar muy peligrosa en el caso de que se desarrollara.
Se puede afirmar, que los rosales no son meramente un elemento de decoración entre estas plantaciones, si no que cumplen una función muy importante para el crecimiento del producto sano de la vid.