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Sistemas de conducción de la vid


Si se dejase a las vides a su libre albedrío, crecerían descontroladamente, ya que se trata de una planta trepadora que puede llegar a tener un gran vigor. Es por eso que existen distintos sistemas de conducción, que se van logrando por medio de las podas.

 

La poda influye de forma decisiva, tanto en la cantidad como en la calidad de la materia prima, tendiendo a regularizar la producción año a año. Los principales objetivos de los diferentes sistemas de conducción son: maximizar la superficie foliar para adecuar su actividad fotosintética, obtener una vegetación poco densa para tener buena aireación y evitar hojas ineficaces, lograr un buen microclima luminoso y controlar el vigor a través de la densidad de plantación y la carga de poda.

 

Los sistemas de conducción, pueden dividirse en:

- Sistemas Libres: Son aquellos que no cuentan con una estructura permanente de conducción. En general son de pequeña expansión vegetativa, con una densidad elevada de plantación.

- Sistemas Con Apoyo: Son los que emplean diferentes estructuras, desde muy sencillas hasta muy sofisticadas.

 

Y los principales y más utilizados en el mundo son:

 

Sistema en Vaso o Arbolito: Se inició con el cultivo de la vid y es el más difundido en el mundo. Es un sistema en el que la planta forma un tronco bajo, con un número variable de entre uno a seis brazos dispuestos en el espacio como los brazos de un candelabro, en todos los puntos cardinales, llevando cada uno de ellos uno o dos pitones de dos yemas. La cepa con su follaje tiene el aspecto de un vaso, a lo que debe su nombre. Se encuadra dentro de los “sistemas libres”.

 

Parral: Es un sistema en el que se lleva a la planta a la parte superior, por encima de los alambres, quedando los racimos debajo (cubiertos por el “techo” que forman las hojas), lo que permite mayor aireación y disminuye la posibilidad de enfermedades. En las zonas cálidas y de más horas de insolación, el parral es la alternativa más viable, dado que protege mejor a los racimos.

 

Espaldera: Consiste en hileras paralelas de cepas, dispuestas con una separación de aproximadamente un metro y medio entre plantas, y conducidas por diversos tendidos de alambres, en un número variable de 2 a 4, siendo sostenidos por postes (lo que hace recordar al espaldero de una cama). Es justamente la cantidad de alambres lo que determina si la espaldera es “alta” o “baja”, siendo la del segundo caso más recomendada para climas frescos, ya que al estar la planta más cercana al suelo, éste le irradia más calor.

En el caso de la “alta”, llega hasta un metro ochenta, con cuatro alambres fijos: el inferior de conducción, el segundo y tercero para sostener el follaje, y el cuarto de estructura. La espaldera posibilita una óptima calidad en la producción, menor incidencia de enfermedades y la posibilidad de realizar la vendimia en forma mecánica. Los sistemas de poda mas utilizados con este tipo de conducción, son el “Guyot simple”, “Guyot doble” y el “Cordón Pitoneado” simple o doble.

 

Lira: Es un sistema de canopia dividida en dos planos de vegetación ascendente. El sistema posee una estructura de doble espaldero en V con postes inclinados. Sobre cada pared de la V lleva un alambre de conducción y dos pares de alambres móviles. La planta se abre en dos brazos secundarios que son cordones permanentes en forma de S. La poda es de tipo corta, rebajando el brote inferior a pitón de dos yemas. La vegetación se conduce en forma ascendente. Es muy eficiente fotosintéticamente.